Motivación frente al estudio

«Cómo comprender la falta de motivación»

Cuando llega la hora de estudiar, en muchos hogares se genera una situación de conflicto entre los padres y los hijos. Esto da lugar a tensiones, discusiones y malestar de todos los miembros.

Algunos de estos menores, no les apetece sentarse porque les aburre, les resulta complicado y les cuesta trabajo concentrarse. Esto conlleva que al poco tiempo de sentarse tienden a distraerse y ponerse con otra cosa e incluso abandonar el estudio.

Esto genera en los padres enfado, impotencia e irritabilidad al no poder controlar la situación, o bien cansancio de tener que estar “encima” de ellos. Suelen tener la sensación de que si no es así, no lo harán solos. Esta situación a la larga va quemando a todos los miembros de la familia, así como empeorando el clima familiar.

Es importante que los padres sean conscientes de la situación en la que se encuentre su hijo en todas las áreas importantes de su vida (familiar social y académica), así como la etapa de desarrollo psicoevolutivo en la que se encuentre, ya que en función de esto poseerá unas u otras capacidades.

Todo ello está relacionado con la motivación del menor, que será mayor o menor dependiendo de las anteriores características.

Es imprescindible para evitar conflictos diarios, establecer rutinas de estudio con horarios realistas, así como reforzar cuando los menores tengan la iniciativa sentándose a estudiar y realizando sus tareas por ellos mismos.

Según las teorías humanistas, la motivación humana es fruto de la búsqueda de la satisfacción de una serie de necesidades básicas jerarquizadas, a través de la cual se puede alcanzar la autorrealización personal.

Maslow (1968) proponía que existen siete necesidades básicas jerarquizadas, y que su satisfacción es la vía para desarrollarse como persona.

Las necesidades de cada nivel sólo aparecen si se han resuelto las necesidades de niveles inferiores; un individuo estará motivado para satisfacer una necesidad superior cuando haya satisfecho las necesidades anteriores.

El orden de las necesidades sería por tanto el siguiente:

  1. FISIOLÓGICAS: alimentación, dormir, cobijo, etc.
  2. SEGURIDAD FÍSICA Y PSICOLÓGICA: necesidad de apoyo, de un ambiente sin peligros o amenazas, ordenado y justo.
  3. PERTENENCIA Y AFECTO: integración en un grupo social.
  4. AUTOESTIMA: valorarse a uno mismo y sentirse reconocido y aceptado por los demás. Su satisfacción genera confianza en uno mismo, sentimientos de fuerza, dignidad, de capacidad. Si la necesidad de autoestima se satisface se generan sentimientos de fracaso, que llevan a la inactividad o el abandono.
  5. LOGRO INTELECTUAL: necesidad de conocer y comprender el entorno, de entender lo que le rodea, de aprender cosas nuevas.
  6. APRECIACIÓN ESTÉTICA: búsqueda del orden y belleza de aquello que le rodea, necesidad de terminar aquello que se emprende.
  7. AUTORREALIZACIÓN: llegar a ser la persona que potencialmente se puede ser, ser capaz de desarrollar las posibilidades de cada uno, en  cualquier contexto (personal, profesional, familiar, etc.)

Este planteamiento permite entender, por ejemplo, cómo alumnos que se sienten inseguros o poco aceptados por su grupo, no se sienten motivados hacia el aprendizaje, ya que sin haber satisfecho las necesidades de pertenencia o las de autoestima no aparecen las necesidades de logro intelectual, por ejemplo.  

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